domingo, 27 de abril de 2008

De Los Enanitos Verdes a コブクロ

La música es una de las cosas que ha acompañado al ser humano desde que apareció en la faz de la tierra: desde los ritmos en rituales hasta la música popular que escuchamos cada día. Nadie está libre de la música: la escuchamos en todos lados. Música cuando viajamos en transporte público, música que sale de nuestros celulares cuando nos llama alguien, música que suena en cada spot publicitario en la televisión. Rodeados de miles de notas en la calle y en la casa, la música, queramos o no, se ha convertido en una de las partes más importantes de nuestras vidas.
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Ahora aterricemos un poco en mi vida. La música es para mí la más general de las artes. Amo la música y todo lo que esté relacionado a ella. Por la misma razón, siempre que me han preguntado que tipo de música me gusta yo respondo esa incómoda palabra para ser escuchada: TODO. Ellos, por supuesto, me responden con otra palabra incómoda: IMPOSIBLE. Pero sí, es cierto, siempre me gustó de todo tipo de música (ojo que hay algunos cantantes que no me gustan, pero no quiere decir que no me guste su tipo de música). Pero lo extraño de todo esto es que yo, que no tiene mayores preferencias en temas musicales; cuando me ha gustado un grupo musical ha sido muy dificil deshacerme de él. Y me ha pasado dos veces: Los Enanitos Verdes y コブクロ (Kobukuro).
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El nombre Enanitos Verdes me sonaba raro, a veces hasta mal (algo así como "los enemigos de los pitufos"). Sin embargo, fue por ella que ellos se volvieron más relevantes en mi vida. Por supuesto, un pasado relativamente lejano del que ya no vale la pena hablar. Los Enanitos Verdes me evocaban algunas situaciones que en ese momento vivía, "No la dejes marchar" escuchaba la música en mi cabeza para darme ánimos en lo tímido que siempre fui. Todas las canciones tenían algo que decirme, algo con lo cual identificarme. O simplemente me gustaban mucho. Me conseguí muchas canciones de ellos, era casi una obsesión. Terminé con una colección inmensa de canciones, desde versiones en vivo hasta canciones de studio. Mi hermano me regaló en una oportunidad un disco original de ellos (nótese que en Perú es muy poca la gente que compra discos originales). Fue muy bueno para mi, me ayudo a conocer más y más. Pero sí, aunque me cueste aceptarlo, muchas de las canciones me hacían pensar en ella: una sombra que no alcanzaba a ver. Vivía con una ilusión en mi cabeza, "y dónde quedó ahora esa hermosa ilusión", escuchaba en Tus viejas cartas. Pero, como se imaginarán, la ilusión por fin había muerto en mí. Luego de 2 años, pude reaccionar a lo que me enfrentaba: no era ella lo que yo quería, ella tampoco me quería. Y estaba bien. Comencé una nueva vida, alejando mi obsesión tonta de quedarme a su lado. Conocí a la musa que ahora sería mi compañera de verdad. Mientras esto ocurría, sonaba en la radio la última canción de Los Enanitos, "Tú carcel", un cover de Solís y Los Bukis. Esto encajaba exacto con lo que vivía en ese momento: "vete olvidando de eso que hoy dejas". Excelente.
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Milagrosamente mi obsesión por los Enanos desapareció junto con ella. Bueno, su música me siguió gustando hasta el día de hoy (ella no haha). Y mientras yo emprendía un nuevo camino, al otro lado del mundo empezaba a triunfar un dúo melódico que ahora sería mi preferencia: コブクロ (Kobukuro), nombre formado por la fusión de sus apellidos, Kobuchi y Kuroda. Kobukuro fue en mi vida una real revelación. Me acuerdo que la primera vez que los escuché fue porque estuve buscando música en internet y me encontré con éstos, que para mi sonaron como un "Sin Bandera japonés". A ese punto llegué. No le di mayor importancia. Ese mismo año, a fin de año, aparecían en el festival musical más importante de Japón: el Koohaku Utagassen. Cantaban (Sakura), una canción que habla de un renacer, como la flor de cerezo. Era yo. Yo estaba renaciendo, mi vida estaba dando un gran giro. Me sentía bien denuevo. Sus voces superaban en cien veces o más la de los Enanos y Sin Bandera: debe ser que en Japón el público es más exigente a nivel de canto. Pero era genial. Más tarde, sonaban miles de canciones, todas buenas, excelentes composiciones, excelentes cantantes. Una vez más había encontrado una música con la cual identificarme. La empecé a cantar con mis hermanos en presentaciones a dúo. En la época en la que estuve mal emocionalmente sonaba ここにしか咲かない花 (Koko ni shika sakanai hana), que hablaba de una esperanza de recuperarse, de haber dejado una marca, una huella que diga que estuviste aquí, en este mundo. Lo único que pudo sacarme de un día y una época de despresión fue el castillo de cartas mientras escuchaba Bell, de コブクロ. Hoy, que me encuentro lejos, exploro una y otra vez la nueva música de la que aprendo mucho. Por el 2007, コブクロ lanzó una canción llamada 風見鶏 (Kazamidori), que concuerda exactamente con la situación que ahora vivo: estar lejos de la persona que amo y de la experiencia que eso significa para mí. Etc., etc. y muchos etcéteras más.
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Demoraría años en escribir todas las cosas en las que mi vida cambió desde Los Enanitos Verdes a コブクロ. No sólo es la música, es la vida misma. Espero que esto corrobore mi teoría acerca de que la música es una de las partes más importantes de nuestra vida. Si no es así, por lo menos para mí lo es. ¿Alguien puede prescindir de ella?

2 comentarios:

S.S.A dijo...

Nadie chumolas. La música puede llevarnos a momentos del pasado, pero tmb puede recordarnos lo que estamos viviendo.

Unknown dijo...

jeee revisando blog q tenia en mi lista de favoritos...no pense encontrarme con lo q acabas de describir...X) y difinitivamente es asi...la musica va formando parte de las etapas q atravesamos como son una fuerza pa sacarnos talvez de un estado latente...X) es increible lo q la musica ace...X)...es mas el otro dia encontre disco pasados y me sorprendi de lo q escuchaba y lo acorde de lo q estaba con como estaba en ese tiempo.